Un éxito garantizado.
Desde que Billy McComb creara su juego con baraja completa,
las variaciones no han parado de surgir, convirtiéndose en un clásico. Un juego
con una dosis tan alta de humor, complicidad con el público y potencia mágica
final merece formar parte de los mejores repertorios.
Efecto: Muestras
seis tarjetas grandes de dorso blanco con dibujos de Emoticonos (22x 15,50cm) e
invitas a un espectador a escena para que colabore con el experimento. Eliges
una de las tarjetas, una bailarina (por ejemplo) como predicción y se lo enseñas
a todo el público (salvo al colaborador que tienes en escena). Después la dejas
claramente a un lado. El espectador tocará libremente una tarjeta... coincidiendo
exactamente con tu predicción. El público ve claramente que todas las cartas
son bailarinas. El único que desconoce esta condición es tu espectador. Elige
libremente una tarjeta y, sin mirarla, se la coloca contra el pecho. Todo está
hecho. El éxito es seguro, pero algo falla... cuando el espectador enseña su
tarjeta no es la misma de la predicción... no entiendes nada... pero eres mago y
tienes la solución. Un pase mágico y tú predicción se convierte en el fantasma
de la predicción.
La comedia es enorme: un público que se cree cómplice de una
trampa, un espectador que no sabe lo que ocurre, un fallo inesperado y un final
mágico. Encima el juego es prácticamente automático y se puede hacer tanto en
magia de cerca como de escena y funciona igual de bien con niños como con
adultos. Puedes adaptar la presentación a cualquier circunstancia y añadir un
efecto distinto a tu espectáculo.
Todo el material está incluido.
Dificultad: Muy Fácil.
INSTRUCCIONES EN
CASTELLANO