I.S.B.N.: 978-84-122717-7-5
195 páginas
Encuadernación: Rústica
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Ya está; bonita, preparada para salir. Un click, y el PDF irá camino de la
imprenta. Para presentar el libro el 1 de febrero, desde Grada
Mágica, para la SEI de Madrid. Para mi SEI, la que tanta magia me ha dado.
Ya son años, desde aquel agosto de 1997 en Alpedrete, cuando en un papel «de
impresora» -que mi padre reciclaba, como borrador- me puse a clasificar las
cartas de la baraja francesa por el número de letras de sus nombres, con las
variantes Dama/Reina y Rombos/Diamantes. Terminado el cuadro,
18 cartas empezaron a danzar ante mí; las cartas c, que se deletreaban con
un 9, 12 o 15 letras. Diferencia de tres. «¡Esto se puede aprovechar para
un truco de deletreo!» Y ahí empezó todo.
Resultó que, además de ese truco, la baraja escondía muchos otros secretos y
posibilidades. Enseguida eran media docena los efectos que podia hacer con
ella. Los escribí. Y, meses o años después, me venían más ideas. Y propiedades.
Y más juegos. Los presentaba en alguna gala de la SEI, o en la Barranca, o a
familiares-amigos-alumnos. Y los seguía escribiendo, y componiendo con ellos un
libro al que nunca terminaba de ver la estructura.
Porque con los secretos yo escribía mis charlas, mis anécdotas, mis chistes
malos. Y pensaba: «Pablo, deberías ir al grano, escribir cada juego en cuatro
líneas, el principio implicado y nada de charlas». Pero no me salía. Y algunas
noches se me aparecía el fantasma de 25
trucos con una baraja Radio, un libro-folleto que jamás querría
escribir.
Porque yo había crecido leyendo a Ciuró, que transmitía su amor a la magia con
sus explicaciones y anécdotas. Y gozado leyendo a Tamariz trufando de humor los
porqués y los cómos de sus increíbles rutinas. Y compré -a medias con un
amigo- los dos primeros canutillos de La
Magia de Ascanio, donde cada gesto llevaba detrás toda una filosofía. Y con esos
maestros -Ciuró, Tamariz, Ascanio- se aprendía cualquier cosa menos «trucos».
Si pudiera fusionar tres libros en uno, mi libro se parecería a la suma de un
Ciuró (Ilusionismo elemental) y dos
«tamarices»: La baraja Multiefecto y Trucki-carto-magia (este último
escrito con Ramón Varela). No he pretendido imitar esas obras, ni mucho menos.
Pero sé que sin querer me sale emular lo que más me llegaba, lo que de ellos
aprendí. ¡Y conste que no incluyo a Ascanio en la lista porque para poder
filosofar todavía me queda mucho por aprender!
Si alguno de quienes leen esto no han leído nunca a Ciuró, les propongo cambiar
ese nunca por un todavía. Y si todavía no han tenido ocasión
de disfrutar de las obras de Juan que he citado, no saben lo que se pierden.
Están a tiempo de buscarlas, aunque tendrá que ser en el maravilloso mundo de
los libros de magia que ya tuvieron un dueño.
Hay varias personas que me han ayudado a hacer este libro, entre los que quiero
destacar a Ana Sánchez y a Angel Idígoras. Ambos me han regalado su tiempo y su
mirada, y por ello en estas páginas hay algo más que muchas letras.
Pero si este libro ha llegado a ti es, esencialmente, porque me ha empujado el
que mejor podría hacerlo: Jose «QSY», el mago que me sedujo llevando su mano al
estómago en su mítica Carta al número, hace tres
lustros. Y no me cansaré nunca de disfrutar de su Ella, una brutal
lección de magia, de amor y de vida, que vienen a ser lo mismo.
Él también lo narra en su prólogo: tomó en sus manos mi Abc, la que yo manejaba
lleno de culpa. En dos segundos la mezcló y la
extendió cara arriba: jahora era una baraja normal! No me lo podia creer. Jose
acababa de dar vida a mi baraja. Mis fríos diseños, charlas y principios serían
milagros con sus manejos y su sabiduría. Esa tarde a la Abc le pasó como a
Pinocho, cuando dejó de ser un muñeco
vivo para convertirse en un niño de
verdad.
Jose ama, conoce, se exige... y me exige. Ya antes me había
intentado empujar a publicar mis ideas y juegos con la Abc otro amigo, el
entrañable mago historiador argentino Nadur. Pero todo un
océano me protegia de los «capones» que Eduardo me mandaba a través del correo
electrónico; y, desgraciadamente, se fue sin haber visto este trabajo.
Tarde, pero gracias a Jose, hoy cumplo mi promesa a Nadur; y -lo que
es más importante- gracias a él este libro es mucho mejor que el que yo habría
podido escribir entonces.Lector, la Abc te está esperando. Te reserva muchas sorpresas y buenos
momentos. Pero te advierto: como Jose lo ha sido conmigo, esta baraja será
exigente contigo. Te pedirá atención, cariño... ¡y trabajo!Dáselos, y te enamorarás de ella. Es tan guapa...Pablo Basterrechea
En un Madrid de nieve
11 de enero de 2021
ÍNDICE
1) La baraja Abc: descripción y propiedades
Descripción de la baraja Abc
Forzajes cerrados
Forzajes abiertos
Propiedades distributivas
2) Manejo de la baraja Abc por Jose Quesoyyo
Consideraciones generales
Cortes (simples o múltiples)
Mezclas
Restaurar la secuencia Abc
Mostrando las cartas
3) Todo a una carta
Deletreo impecable
Un rostro en la multitud
El cuadrado mágico
Elecciones
¿Suerte o magia?
Tu eneagrama
Encontrada «a palos»
Predicciones con dos salidas
4) Dos cartas y un destino
Cero-Cero-Equis
El dado invisible
Houlette palillo
Dedos de mago
El juego de la buena suerte
Misión para Cupido
La carta de mi sueño Desimbricar
para reimbricar
5) Tres son multitud Doble deletreo
Vudú cartomágico
La conexión cósmica
Pensamientos disjuntos
La carta general
Olimpiadas
6) Montajes, rutinas y otros asuntos por Jose Quesoyyo
La baraja entra en escena
La baraja sale de escena
Rutinas y secuencias
Comenzando con la baraja «desmontada»
Una particularidad: carta al número
7) Travesuras de despedida
Conchita, la de Wichita
Una corazonada
Doble deletreo con baraja
normal La mágica baraja... ¿Radio?
Abc-péndice
¿Marcar o no marcar?
Fabricación de la baraja Abc
The Abc deck
Abc española